viernes, 26 de septiembre de 2014

A propósito de SOFOSBUVIR: nuevos tratamientos de la hepatitis C

¡Buenos días!

¡Hoy estreno mi primer post farmacológico!. Esto viene a cuento de la nota de prensa que emitía el miércoles el Ministerio de Sanidad; al parecer, han llegado a un acuerdo con Gilead en cuanto al precio de  Sovaldi® (sofosbuvir) y pronto estará disponible. Tanto revuelo ha montado este nuevo medicamento para la hepatitis C, que me hace pensar en cuánto de bueno tiene que ser para que cueste lo que cuesta.

Algunos datos epidemiológicos: según datos de la OMS se estima que en el mundo hay unos 150 millones de personas con infección crónica por el virus C, de estos, mueren entre 300.000 y 500.000 al año por enfermedades hepáticas relacionadas con la infección. En España, se estima que unas 900.000 personas padecen infección crónica por VHC.

De la hepatitis C no preocupa la infección aguda, sino la infección crónica que se desarrolla en el 55-85%. Se han descrito 6 genotipos de este virus (del 1 al 6), éstos tienen importancia, ya que presentan distinta susceptibilidad a los tratamientos.

Hasta 2011, el único tratamiento disponible para la infección crónica por VHC era la combinación de peginterferón subcutáneo + ribavirina oral. Este tratamiento conseguía una "curación" (respuesta virológica mantenida a las 24 semanas de finalizado el tratamiento) del 70 al 85% en pacientes que no habían sido tratados, reduciéndose al 55-60% si ya se habían expuesto. Este régimen, a parte de que no cura a todos, tiene inconvenientes importantes como son las reacciones adversas hematológicas (anemias y neutropenias) y psicológicas/psiquiátricas que afectan a la adherencia y a la calidad de vida de los pacientes.

En 2012, vieron la luz dos fármacos nuevos de la familia de INHIBIDORES DE LA PROTEASA: boceprevir (Victrelis® para los amigos, de MERK) y telaprevir (Incivo® de Janssen-Cilag). Estos prometían ser la esperanza para aquellos pacientes a los que no les valía sólo el dueto pegIFN/RVB con unos resultados espectaculares en los  fases III que les valieron su autorización por la EMA: SPRINT-2 y RESPOND-2 para boceprevir y ADVANCE e ILLUMINATE para telaprevir.

El precio de salida a mercado de estos pioneros se nos antojó desorbitado, tanto, que desde la AEMPS se elaboraron unos criterios y recomendaciones para garantizar su correcto uso y contener un poco el gasto. 

Sin embargo, no resultaron ser tan buenos: su utilización en pacientes que poco se parecían a aquellos seleccionados para los ensayos (grado de fibrosis hepática, comorbilidades, coinfección por VIH) y su perfil de seguridad (toxicidad hemátológica mucho más marcada que la biterapia, toxicidad cutánea, etc, etc) los han hecho caer en picado.

Mientras esto ocurría, sofosbuvir se estaba preparando para aterrizar en el mercado farmacéutico: este antiviral de acción directa, capaz de inhibir la polimerasa dependiente de RNA del VHC y con actividad in vitro frente a los diferentes genotipos (quedaos con este término: PANGENOTÍPICO) del virus, fue autorizado por la EMA a finales de 2013.

Este nuevo fármaco promete tenerlo todo: administración única diaria (lo que mejora la adherencia al tratamiento), no necesita peginterferon (mejor tolerancia al tratamiento) y 5 ensayos "subatómicos" que avalan su seguridad y eficacia (¡por encima del 90% de respuesta viral sostenida 12 semanas después del tratamiento!): NEUTRINO, FISSION, POSITRON, FUSION y VALENCE Sólo tiene un "ligero" inconveniente: un precio desorbitado.

La verdad es que sofosbuvir parece venir pegando fuerte, tiene estudios con los diferentes genotipos, con distinto grado de fibrosis hepática, coinfectados con VIH, no tratados y tratados previamente....y con daclatasvir (Daklinza®), inhibidor de la proteína no estructural 5A (NS5A), el último en llegar (los resultados de esta asociación en genotipos 1, 2 y 3 se publicaron en el New England a principios de año). Esperemos que cumpla con todo lo que promete.

Esto son dos brochazos de todo el mural de nuevos fármacos que se nos avecina; os dejo el enlace de un artículo que da una visión global del inminente entierro del peginterferon (habla de ledipasvir, asunaprevir y ¡ah! simeprevir, ya autorizado, pero con mucho menos revuelo), otro a la Asociación Española para el Estudio del Hígado que dirige a la guía clínica de la OMS para el tratamiento de la hepatitis C y el  último, a las recomendaciones de la EASL.
Ya os dejo descansar,  que pensaréis que vaya chapa os he dado (así tenéis algo para hacer el fin de semana, mucho más interesante que tomarse unas cañitas). Creo que voy a fijar estas entradas en una al mes (¿quizá el último viernes?) así no os aburro tanto ;P


Para hacer algún regalillo friki (http://www.giantmicrobes.com/es/)














lunes, 22 de septiembre de 2014

El futuro ya está aquí: mHealth

Estoy convencida de que la mayoría de los que me leéis habéis pasado por ser el "farmacéutico del grupo" y habéis resuelto dudas de lo más variopintas sobre los medicamentos que han recetado a tus amigos del cole, del barrio o del pueblo, empezando por aquella de: "si tomo tal o cual cosa, ¿puedo tomarme alguna copilla?". 


Bien, parece ser que esas preguntas se van a acabar: hablando con una amiga, me comentó que otro día estuvo a punto de llamarme para preguntarme una dudilla sobre el nuevo anticonceptivo hormonal que le había recetado su ginecólogo, pero que finalmente había conseguido resolver gracias a su nueva app de prospectos. Esta situación me hizo pensar en este nuevo hito de la Medicina que es la mHealth (de mobile Health) a la altura del boom de las técnicas de imagen, los trasplantes de órganos o el descifrado del genoma humano.

La aparición del primer smartphone vino acompañada del desarrollo de aplicaciones de diferente temática, entre ellos, medicina y salud. Actualmente, se estima que existen unas 100.000 aplicaciones médicas (contando las de pago y gratuitas, dirigidas a profesionales sanitarios o a pacientes, de información o de monitorización....)

Este desarrollo de Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) orientadas hacia la salud, podría tener un impacto muy positivo sobre los sistemas sanitarios, sin quedarse solo en el ahorro económico (leí una pequeña noticia que podrían llegar a ahorrarse 10.000 de euros en 2017) que pasaría por una mayor implicación de los pacientes en sus tratamientos, eso que se conoce como "empoderamiento" de los pacientes (sí, una mala traducción del anglosajón empowerment)

Sin embargo, este desarrollo de aplicaciones médicas no estaba sometido a regulación, cualquiera podía desarrollar una, de forma que en las distintas app store podemos encontrar multitud de ellas de dudosa calidad. Ante esta situación de libre albedrío, hubo que ponerse las pilas: en 2013 la FDA publicó una guía para el desarrollo de apps móviles; el NHS lanzó su Health Apps Library (muy recomendable, las apps pasan por una evaluación clínica y técnica y también recogen opiniones de usuarios) ... Aquí en España, cabe destacar el proyecto iniciado en 2012 por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, os dejo el enlace para que curioseéis con tranquilidad.

Si os gusta el tema, os invito a leer el artículo "Mobile medical and health apps: state of the art, concerns, regulatory control and certification" muy recomendable y de acceso libre a todo el texto.

Nada más para esta semana, trabajad mucho que enseguida llega el viernes. Volveré con algo más analógico el próximo lunes je,je,je.



lunes, 15 de septiembre de 2014

8 tips para mejorar tu marca (farmacéutica) personal en Twitter

¡Buenos días!

El otro día, navegando a la deriva por internet, me topé con un artículo publicado en La Brújula Verde que recogía algunos datos de Twitter. Esta red social de microblogging lleva on the road 8 años, pero se mantiene joven como el primer día: registró 53 millones de usuarios nuevos el año pasado y crece en torno a un 24% cada mes.

Con estos datos tan arrolladores ¿quién no ha pensado en lanzar su marca en este universo? Sin embargo, antes de crearnos impulsivamente un perfil en esta red, conviene que diseñemos un plan. Os dejo 8 de mi "pool" de consejos, hay otros muchos, pero por algo teníamos que empezar:

  1. Márcate un objetivo: antes de crear el perfil, debes pensar qué es lo que quieres conseguir. Es muy diferente si quieres dedicarlo a un uso personal que a un uso profesional; si ese uso profesional lo quieres para buscar trabajo, comunicarte con pacientes o público general o intercambiar información científica con otros farmas.
  2. Ojo con el perfil que creas: Twitter limita el nombre de sus usuarios a una "@" seguida de un máximo de 15 caracteres, esto, sumado a que hay más de 500 millones de usuarios, hace que tengas que exprimir tu imaginación para encontrar algo que te identifique y sea original. Os dejo un enlace a About en español que os puede ayudar en la elección del nombre.
  3. Elige bien tus compañías: tan importantes son las personas que te siguen como las personas a las que sigues. Al principio, es recomendable empezar escuchando, ya te irás dando cuenta de a qué personas te conviene seguir y de quien dejar de ser follower según te aporten o no ideas, noticias....
  4. Entre la monotonía y la variedad: cierto es que no puedes ser monotemático, al final tus followers se hartarán de ti y perderán el interés, pero tampoco puedes tocar todos los palos, ya que dificulta definir tu perfil y tus intereses y hará más difícil conseguir nuevos seguidores.
  5. La importancia de los hashtags: cuando twittees, es conveniente utilizar estas etiquetas (las que llevan la # por delante) porque permiten indexar contenidos lo que facilita que otras personas los encuentren (y que te sigan, si es que les interesas). Esta Ecolista de eleconomista.es da unas pautas para el uso de hashtags.
  6. Genera credibilidad: ojo con lo que twitteas, asegúrate de que es verdad, por otra parte, yo no recomiendo twittear o hacer retwitts de artículos científicos a menos que los hayas leido antes, por lo menos el abstract (ya no porque no sean verdad, sino por formarte una opinión del artículo en sí, no sólo de su título). Truco: aprovecha las sesiones bibliográficas del servicio para este fin.
  7. Vive con Twitter, no para Twitter: no debes olvidar que se trata de un medio, no de un fin. No puedes pasarte el día pensando en qué twittear, viendo si tienes seguidores nuevos, cuántos te retwittean o cuántos te marcan como favorito, eso te vuelve majara. Una sugerencia: cuando hayas avanzado un poco y te hayas familiarizado con toda la jerga y sepas como funciona, aprende a utilizar Hootsuite (u otra aplicación con la misma finalidad como Tweetdeck) que te permitirá, entre otras cosas, programar tweets y hacer informes de seguimiento.
  8. Eres una persona, no un robot: opina, participa en conversaciones, contesta a tus seguidores. No creo que haga falta decir que seas educado, pero sí que debes pensar antes de escribir, piensa que esto afecta directamente a tu reputación. En esta misma línea, también te digo que, aunque lo uses a nivel profesional, de vez en cuando puedes intercalar algún tweet personal (una felicitación de cumpleaños, recomendación de una película....) eso sí, que aporte algo.
Esto sería una pequeña parte de la gestión de la marca personal en redes sociales, pero habrá mucho más. Si ya usabáis Twitter a nivel personal y ahora queréis darle ese toque profesional, no os apuréis, podéis crear una nueva cuenta para este fin, y gestionar ambas desde el móvil sin que tengan el gusto de conocerse entre sí.

Para despedirme, os dejo un vídeo (genial, en mi opinión) sobre la importancia de la marca personal:


¡Hasta la semana que viene! =D

lunes, 8 de septiembre de 2014

La Experiencia, madre de todas las ciencias

Esta semana voy a dedicar la entrada a la experiencia. Esto viene a que recordé un momento de mi historia como residente que me marcó (aunque en el momento en el que se produjo, siendo yo una R1 ingenua, no lo ví así) y fue una frase que merece la pena recordar: "Presta atención, porque lo que vas a ver ahora no sólo te va a servir para la residencia, sino para toda la vida".

Creo que todos hemos pasado por este ciclo: cuando nos metemos a preparar el examen FIR nos damos cuenta de que al terminar la carrera no teníamos ni idea de nada; cuando empezamos la residencia, volvemos a tener esa misma sensación, lo memorizado para el examen no nos sirve y cuando ya somos recién especialistas, caemos en la cuenta de que siendo residentes, aunque aprendimos, nos quedan muchas cosas por conocer.

Entiendo que ahora podáis estar un tanto perdidos (¿a dónde quiere llegar ésta con lo que nos está contando?), bien, pues sólo quiero transmitiros tres ideas generales, por si queréis incorporarlas a vuestra filosofía de vida:
  1. La EXPERIENCIA es una forma de adquirir un conocimiento o una habilidad a través de la participación en un evento; es decir, es aprender a través de las cosas que vivimos. Esta forma de aprender contribuye en gran medida a la sabiduría.
  2. Puede aprenderse algo de TODO EL MUNDO: cuando llegáis a un Servicio de Farmacia os vais a encontrar rodeados de multitud de personal con distinta formación académica y que lleven allí miles de años trabajando. Poco importa si esa farmacéutica sexagenaria no tenga en mente cuanto aumenta la supervivencia libre de progresión el Oliparib en el cáncer de ovario o que la polémica de la fijación del precio de Sofosbuvir no esté entre su top ten de preocupaciones; todos vuestros conceptos teóricos acerca de la dosis unitaria y otros sistemas de dispensación ella los tiene superados, estuvo allí cuando se montó, cuando se luchó o se negoció la prescripción electrónica. 
  3. "If you never try, you'll never know": la única forma de conocer algo de primera mano es intentándolo tu mismo. No sabrás lo que cuesta escribir un artículo para una revista científica si nunca te has sentado frente a ese word (o folio) en blanco o qué atajos tiene el programa informático de PEA hasta que no te veas en la necesidad de ganar tiempo por las mañanas.
Ya sé que la entrada de hoy va un poco floja, pero me lo vais a perdonar, que con todo el trajín que he tenido, he dejado a Willy Fog a la altura del betún. Para la semana que viene más y mejor; mientras tanto, trabajad lo necesario, estudiad mucho y sed muy muy felices con lo que hacéis.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Productividad (cómo hacer que la vida te dé para más)

¡Buenos días!

De cara al inicio del nuevo curso (escolar, claro, que el vuestro ahora va de mayo a mayo) he pensado que vendría bien hablar un poco de productividad.

¿Por qué este tema? porque creo (estoy convencida) que esas 7 horas y media que pasamos al día en la Farmacia no están bien aprovechadas. Ya os habréis dado cuenta que pasamos un montón de tiempo contestando llamadas de teléfono de lo más variopintas que interrumpen lo que consideramos que es nuestro trabajo diario (sí, esas llamadas también son trabajo) o haciendo una tarea que interrumpe otra tarea que a su vez impide que hagas lo que tenías pensado hacer ese día; lo que nos lleva a pensar que pasamos el día corriendo de aquí para allá como un pollo sin cabeza.

¿QUÉ ES LA PRODUCTIVIDAD?

Según la RAE, la productividad es la relación entre lo producido y los medios empleados; es decir, todo lo que hacemos y los recursos que invertimos en hacerlo. Como se trata de un cociente, hay tres formas de mejorarlo: o aumentamos lo que producimos gastando los mismos recursos, producimos igual pero utilizando menos recursos o nos las ingeniamos para producir más y gastar menos (aquí nos encontraríamos cerca del Nirvana de la productividad)

¿POR DÓNDE EMPEZAR?

Raras veces va a depender de nosotros la decisión de compra (o desarrollo) de cierta tecnología que nos haga la vida más fácil y nos libere para poder realizar otros trabajos (por ejemplo, ahora mismo no sé cómo andará el tema de la autovalidación de tratamientos, pero creo que los que me leéis, todavía pasáis la unidosis mañana y tarde - de guardia, claro-) así que el recurso principal sobre el que podemos hacer algo es el tiempo.

PRINCIPIOS BÁSICOS PARA SER MÁS PRODUCTIVO

Aunque existen sistemas de mejora de la productividad de lo más elaborado (en un futuro hablaremos de Getting Things Done -GTD- y familia), empezaremos nuestro camino hacia la productividad con media docena de puntos breves (y espero que buenos):

  1. Convicción: nunca serás más productivo si no estás realmente convencido de que quieres serlo. El adoptar un sistema para mejorar la productividad viene a ser como los propósitos de año nuevo (dejar de fumar, apuntarse al gimnasio, comer más sano...) si no lo tienes claro, acabarás abandonándolo.
  2. Hacer: punto principal para ser más productivo "HACER", si no trabajas, si no te embarcas en nuevos proyectos.... en definitiva, si no haces nada, no podrás ser más productivo (de cajón, te sale un cociente producto generado/recursos de cero patatero...)
  3. La multitarea no es tan bonita como piensas: hacer muchas cosas a la vez no significa ser más productivo, sólo significa estar más ocupado (y agobiado). Si ya lo decía mi abuela: "quien mucho abarca, poco aprieta".
  4. Un tiempo para cada cosa y cada cosa a su tiempo: en la medida de lo posible, cuando estamos haciendo algo, deberíamos enfocarnos sólo en eso y evitar distracciones (recuerda: en la medida de lo posible) y cuando se pase el tiempo para dedicarle a ese asunto, se pasa a la siguiente tarea, que ya retomarás la primera.
  5. Importante y urgente no son sinónimos: a menudo nos pasamos los días resolviendo asuntos urgentes y aparcando las cosas importantes a un lado. Pero, ¿nos hemos preguntado alguna vez si esas cosas urgentes son importantes? la realidad es que la mayor parte de las veces no lo son, así que da prioridad a las tareas IMPORTANTES.
  6. Lucha contra (o huye de) los ladrones de tiempo: los ladrones de tiempo realmente no roban tiempo, sino que son malos hábitos (en los que TODOS caemos) que nos apartan de las cosas que tenemos que hacer. Alberto Pena en su blog Thinkwasabi tiene una guía estupenda para combatir a los principales ladrones de tiempo.