lunes, 28 de julio de 2014

Cómo hablar en público y no morir en el intento

Si pertenecéis a ese grupo de personas que cuando tiene que hablar en público le recorre un escalofrío por la espalda, tartamudea, tiembla como un flan, se le nubla la vista y empieza a sudar, esta entrada es para vosotros.

Durante la residencia (y trabajos posteriores como Farmacéuticos Especialistas) habrá un montón de ocasiones en las que os toque hablar en público: sesiones, revisiones bibliográficas, casos clínicos...y no sólo en el propio servicio (esa sala de juntas llena de caras familiares) sino que, a veces, este tipo de cosas sorprenden en territorio extranjero (rotaciones en servicios médicos u otros servicios de Farmacia, charlas formativas a personal de enfermería....)

Pero, ¡que no cunda el pánico! Os traigo un decálogo para mantener la calma ante la inminente tormenta. Espero que los pongáis en práctica pero, sobre todo, que os sirva de ayuda.

1) CREE EN LO QUE DICES

El primer punto para  reducir el pánico es llevar perfectamente preparado el tema. Si lo preparamos concienzudamente, tenemos material de apoyo suficiente y hemos estudiado, ese día seremos los expertos en la materia y será difícil que nos pillen con alguna pregunta más o menos rebuscada.

2) EL PÚBLICO NO ES EL ENEMIGO

A menudo, a la hora de preparar una charla, en lugar de preguntarnos qué queremos transmitir, lo que realmente nos planteamos es ¿cómo me van a pillar? ¿qué pregunta puñetera me harán?
El hacernos unas preguntas u otras cambia totalmente el enfoque de la situación. Si consideramos que el auditorio viene a tocarnos la moral en lugar de a aprender  algo nuevo, lo percibiremos como el enemigo y nos pasaremos toda la presentación en tensión, esperando su puñalada.

3) PREPÁRATE UN GUIÓN DE CINE

Una vez preparado el PowerPoint, lo ideal es escribir lo que queremos contar como si fuera una redacción. Para empezar, pondremos los títulos de las diapositivas y después desarrollaremos los temas, organizando las ideas, eligiendo palabras y expresiones que nos resulten familiares y subrayando las partes más importantes.
Tranquilos, no hay que memorizar todo este texto, sino que iremos ensayando con él y reduciéndolo hasta que quede convertido en un guión en el que prácticamente queden los títulos de las diapositivas y un par de palabras clave.

4) EL ESPEJO, TU MEJOR CRÍTICO

Ensayad la presentación delante de un espejo (ya si sois capaces de grabaros en vídeo sois lo más de lo más). Al vernos, nos daremos cuenta de cuándo repetimos las mismas expresiones, en qué parte nos perdemos...y será más fácil corregirlo.
Otra idea es presentarlo delante de alguien de confianza (la madre, l@s herman@s, l@s novi@s) que seguro que detecta los puntos débiles y nos lo dice con cariño.

5) FUERA BLOQUEOS

Seguramente, en los múltiples ensayos, nos demos cuenta de que nos quedamos atascados en los mismos puntos: no nos acordamos de alguna palabra clave, no recordamos qué es lo que viene después....y encima, utilizamos muletillas para cubrir esos vacíos.
Para eliminar estas lagunas, podemos inventar reglas mnemotécnicas, apuntar la palabra en cuestión en el guión, utilizar alguna animación en la ppt que nos recuerde esa frase que siempre se nos olvida...

6) DEJA POCO MARGEN A LA IMPROVISACIÓN

La realidad es que, cuantas más cosas seamos capaces de controlar, más tranquilos estaremos. Es importante probar la presentación en el lugar en el que vamos a exponer; así podemos detectar si se producen cambios  con las distintas versiones del programa, si se ve bien la pantalla o tenemos que cambiar algún color o tamaño de letra, etc. etc. También nos permite pensar dónde nos vamos a colocar, si nos podemos mover o no y otros muchos detalles de los que no puedes estar pendiente el día D.

7) IDENTIFICA TUS SÍNTOMAS

El tema ya lo tenemos preparado, ya solo queda centrarnos en nosotros. Para ello, hay que preguntarse qué nos ocurre cuando estamos nerviosos. Una vez que tengamos la lista de síntomas, podemos irnos sugiriendo soluciones:
- "Me tiembla el pulso": en este caso, huiremos de los punteros láser para señalar  (hacen más evidente nuestro temblor) y, en su lugar, utilizaremos animaciones para subrayar (como un círculo rojo que rodea un dato, por ejemplo). Si el temblor resulta evidente aún sin puntero, podemos recurrir a sujetar el atril, apoyarnos en la mesa, o agarrar un boli que llevemos.
- "Sudo como un pollito": si utilizamos ropa más o menos fresca, o con sisa amplia (o no nos quitamos la chaqueta o la bata) nadie notará que sudamos.
- "Tengo miedo a quedarme en blanco": una presentación no es un examen, podemos llevar alguna que otra chuletilla. En mi caso, siempre llevo tarjetones blancos, uno por diapositiva, con el título y un pequeño guión (siempre escrito en mayúscula, para que se vea con una simple ojeada)
Estos son algunos ejemplos, pero para cada cosa que os ocurra seguro que encontráis alguna solución posible.

8) LAS 24 HORAS PREVIAS

El día antes no deberíamos hacer nada relacionado con la presentación, lo ideal es dejarla macerar mientras nosotros nos dedicamos a descansar (por lo menos, de ese tema), así que, si el resto de vuestras obligaciones lo permiten, id al cine, al gimnasio o de cañas (pero sin pasarse, ¿eh?)

9) UN PAR DE HORAS ANTES

Si la presentación es a primera hora, es buena idea ponerse un par de despertadores, no sea que nos quedemos dormidos y empecemos el día con el pie izquierdo y llenos de nervios. Si es a cualquier otra hora, calculad bien el tiempo, para llegar un pelín antes y poder prepararlo todo.
Arreglaos un poco, no como para ir de boda, pero sí como para veros bien en el espejo. El verse guapo aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo.

10) EL MOMENTO DE LA VERDAD

Justo antes de empezar, se puede practicar alguna técnica de relajación, como las relacionadas con la respiración. A veces, tres o cuatro inspiraciones conscientes y profundas son suficientes para tener un poco de calma.





Viñeta de Leandro Martínez pintor y dibujante argentino

lunes, 21 de julio de 2014

El séptimo sentido

Empiezo esta semana muy contenta (=D), así que os voy a hablar del sentido del humor en el trabajo. Hace algún tiempo leí una entrada que Javier Zuloaga  le dedicaba, llegando a la conclusión de que era tan inherente al ser humano, que debía considerarse como su séptimo sentido. Me gustó tanto que lo nombrara así, que he decidido "robarle" este título para mi propio beneficio je, je, je.

Durante mucho tiempo, se ha dejado de lado el sentido del humor en el trabajo, e incluso se ha menospreciado, considerando que las personas con mayor sentido del humor eran más frívolas y  menos profesionales (nada más lejos de la realidad...). Sin embargo, la tendencia actual está cambiando, y los departamentos de recursos humanos,  en su ansia de encontrar algo más que un currículum brillante, buscan profesionales con un buen coeficiente humorístico (sí, habéis leído bien, este término ya existe en Psicología).

Está visto que el sentido del humor tiene una influencia muy positiva en el mundo empresarial. Revisando un poco, encontré un apartado en la sección de "orientación laboral" de Infojobs que resume muy bien sus efectos. Nos vamos a quedar con un par de ellos (los que tienen más relación con otros temas de los que ya hemos hablado aquí)
  1. Estimula la motivación personal y colectiva.
  2. Estimula la innovación.
  3. Favorece la cohesión en los equipos (crea un entorno más agradable y cómodo para trabajar)
En resumen: el humor nos hace reírnos, reírnos nos hace felices y felices somos más productivos y creativos.

EVALUACIÓN DEL SENTIDO DEL HUMOR

Como para poder mejorar algo, debemos saber de qué punto partimos, la semana pasada, con vistas a esta publicación, se me ocurrió pasar a mis lectores asiduos del blog (sí, a esos a los que les obligo a leerlo cada semana) un cuestionario para evaluar su actitud ante el sentido del humor.

Conseguí que participaran 25 personas, (edad media de 36 años, 72% mujeres, dedicados a la farmacia -44%- y al sector privado -56%-) y estos fueron los resultados: en cuanto a la percepción del propio sentido del humor, nos consideramos algo graciosos, con una nota media de 6,1; pensamos que es importante tener buen humor (le damos un notable -7 sobre 10-) y solemos utilizarlo como mecanismo de adaptación en situaciones difíciles.

CÓMO MEJORAR NUESTRO SENTIDO DEL HUMOR

En este punto, creo que todos estamos de acuerdo en  que estaría bien si mejoráramos nuestro sentido del humor; así que os dejo un decálogo de pautas:
  1. ELIGE SERIES Y PELÍCULAS CÓMICAS: en un descansito en casa, podéis aprovechar para ver algún capítulo de alguna sitcom. Igual que digo series, también podemos cultivarlo con humor gráfico.
  2. ENCUENTRA EL PUNTO DIVERTIDO A LAS SITUACIONES QUE TE RODEAN: todo, en mayor o menor grado, puede tener un punto de vista divertido (nuestro ejemplo más reciente: en la farma tenemos puesto en marcha un concurso de "tics" en las tareas pendientes que apuntamos en la hoja del planning semanal; no es para partirse de risa, pero sí que hace que sea más llevadero - por cierto, voy perdiendo estrepitosamente, je, je-)
  3. AMPLIA TU VOCABULARIO: el tener un vocabulario amplio hace que pensemos más rápido, de forma que nos hacemos más creativos y que tengamos más fluidez a la hora de hablar, lo que promueve la generación de comentarios ingeniosos.
  4. MÓNTATE TUS PROPIAS PELIS: imaginarnos a nosotros mismos contando a un grupo  una anécdota graciosa que hayamos vivido (por ejemplo a los compañeros de trabajo junto a la máquina de café), mejora nuestra capacidad de improvisación.
  5. RÍETE DE TI MISMO: somos una fuente inagotable de risa, en lugar de compadecernos cada vez que nos ocurre algo malo (véase caer por la escalera del metro en el tropezón más tonto de la historia, o pringarnos toda la bata con el café) simplemente deberíamos dejarnos llevar y reir todo lo que nos apetezca.
  6. ¿ALGÚN PLAN PARA EL SÁBADO NOCHE? ¡NOCHE DE MONÓLOGOS! de vez en cuando podemos recurrir a este plan. No solo disfrutaremos con el espectáculo en sí, sino que podemos observar qué situaciones o qué temas son los que provocan la risa en las personas que nos rodean; así podemos coger ideas que podrían funcionar en nuestro entorno laboral o personal (mi recomendación personal: Monólogos de la Chocita del Loro -Gran Vía, Madrid- otra opción es "El club de la Comedia", los domingos por la noche, que hace nada ha estrenado nueva temporada en la Sexta)
  7. SÉ ESPONTÁNEO: las situaciones graciosas o divertidas en el trabajo lo son, en parte, porque no están planificadas. Funcionan porque alguien cuenta algo de forma natural y eso provoca que los demás se diviertan. Si lo nuestro no son los chistes (porque no nos gustan o somos incapaces de memorizarlos) no lo forcemos, hay muchas otras formas de mostrar y demostrar que tenemos sentido del humor.
  8. EL HUMOR DEBE SER POSITIVO: para que el sentido del humor tenga efectos beneficiosos, no debe utilizarse en contra de nadie (hay que reirse juntos)
  9. RECUPERA LA SONRISA. Haced la siguiente prueba: en el metro, en el autobús... mirad a la gente que os rodea, ¿cuántos sonríen? probablemente, cero, en algunos casos (afortunados) una o dos personas; el ambiente mayoritario es de caras largas, mostrando preocupación o enfado (¿enfado? ¿por qué? ¡si son las 7 de la mañana, no le ha dado tiempo a enfadarse!). En definitiva, hay que esforzarse para intentar sonreir, cuando llevemos un tiempo, saldrá solo.
  10. PRACTICA: se puede nacer más o menos gracioso, pero, como todo, hay que trabajarlo. Si os fijáis en algún monologuista que os encante y buscáis en youtube algunos de sus primeros monólogos y comparadlos con los más actuales veréis que hay un gran cambio.

Esta es mi recomendación personal: The Big Bang Theory, una sitcom norteamericana sobre un grupo de "genios". Capítulos de 20 minutillos de duración, que harán que os riáis a carcajadas (en este momento, la emite en abierto Neox)

lunes, 14 de julio de 2014

Del creer en uno mismo a la ASERTIVIDAD

Seguramente, la palabra ASERTIVIDAD os suene algo rara, sin embargo, el concepto al que hace referencia es algo que intuimos, y, a medida que sigáis leyendo, veréis que todo lo que os cuento no es más que un montón de cosas que ya están en nuestra cabeza o con las que nos hemos topado antes o después (desde la guardería hasta la residencia y más allá...). Todos tenemos amigos/compañeros "buenas personas..." que siempre ceden a todo lo que se les pide; otros a los que no se les puede toser porque enseguida se irritan y nos ponen los puntos sobre las íes, y los "estrella": ese/a que siempre queda bien con todo el mundo pero que no se deja pisar (¿cómo lo hará?)

La ASERTIVIDAD es un comportamiento que hace que las personas sean capaces de expresar libremente sus ideas y sentimientos y/o defender sus derechos pero sin intención de herir ni perjudicar a nadie. En otras palabras, es la capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás.

Así pues, la asertividad sería el punto medio entre la pasividad (no-asertividad) y la agresividad. Estos tres estilos de conducta presentan  un comportamiento externo (lo que muestran a los demás), una forma de pensar (como se ven a sí mismos) y unos sentimientos y emociones diferentes:

1) CONDUCTA NO-ASERTIVA (PASIVA): es aquella persona que respeta a los demás, pero no a sí mismo. Tiene un comportamiento tímido (habla con un tono de voz bajo, a veces tartamudea, huye del contacto visual y se muestra insegura al decidir qué decir o hacer). En el afán de querer ser apreciada por todos,  no es capaz de decir que NO a nada. A menudo se siente impotente, frustrada e incluso ansiosa. Como no sabe cómo expresar lo que piensa y siente, a veces puede "explotar" (¡uhh, como se ha puesto por una tontería!) o tener manifestaciones somáticas (no duerme, no come...)
Ante un comportamiento así, el resto puede sentirse superior a esta persona o culpable, con una sensación de deuda continua ("pobrecito/a, siempre cede....")

2) CONDUCTA AGRESIVA: es el claro ejemplo del "yo, mi, me, conmigo". Es un individuo que piensa en sí mismo, en sus objetivos y en conseguirlos caiga quien caiga.
Seguro que ya os podéis imaginar cómo es (incluso para algunos, ya tiene hasta nombre propio): volumen de voz elevado, cara tensa, contacto visual retador ("si las miradas matasen..."). Todo lo lleva a un contexto de ganar o perder) y piensa que, si se mostrara más cercano, le haría más vulnerable y, por lo tanto, menos respetado. A menudo se siente solo, incomprendido y enfadado de manera constante y creciente (cada vez son más las personas con las que se enfada y los estallidos de furia son más intensos y duraderos)
Estas personas generan rechazo o huida de los demás y se da lugar a un círculo vicioso: "los demás me huyen, me siento solo e incomprendido, me enfado y lo pago con los demás, con lo que se alejan aún más".

3) CONDUCTA ASERTIVA: es la persona buena pero no tonta. Tiene facilidad para hablar en público, siempre muestra una imagen relajada, habla mirando directamente a los ojos... Expresa sus sentimientos, gustos y opiniones; cree en unos derechos para todos y los defiende y sabe decir NO sin ofender. Es una persona que sabe controlar sus emociones y tiene una buena autoestima.
Normalmente, los demás se sienten respetados y valorados por la persona asertiva.

A pesar de este desglose, no existen personas no-asertivas, agresivas o asertivas puras, sino que  suele darse una mezcla de estos tres comportamientos, de forma que en diferentes situaciones somos asertivos, en otras, agresivos... Existen algunos test que permiten medir el grado de asertividad/agresividad que poseemos, como el test de Rathus. Mi consejo es que hagáis el test y, salga lo que salga, no os conforméis o desaniméis, ya que solo significa el punto de partida para seguir trabajando en algo que nos va a hacer mejores, tanto dentro como fuera del trabajo.



Como este post era un poquito largo, he decidido no incluir un vídeo, pero sí involucrar a mi resi pequeña, fotógrafa amateur con resultados cuasi-profesionales (fotografía de Aurora Rojo, terraza de la Casa Encendida)


lunes, 7 de julio de 2014

Trabajo en equipo

Probablemente, el FIR sea vuestra primera toma de contacto con un equipo de trabajo real. Hasta ahora, la idea de trabajo en equipo se limitaba a las entregas varias (y cada vez más numerosas) de trabajos y prácticas en la universidad (¡qué tiempos aquellos!) cuyo principal objetivo era conseguir un extra que nos ayudara a alcanzar un aprobado en caso de siniestro total en el examen final o, en el mejor de los casos, eliminar materia para el examen o incluso ¡aprobar sin necesidad de examen!

Bajo mi punto de vista, el Servicio de Farmacia ideal es aquel en el que sus miembros trabajan en equipo, estructurados en uno o varios grupos, con diversos objetivos pero con una meta común: los pacientes.

Hoy en día, la capacidad para trabajar en equipo es una de las competencias más valoradas cuando se trata de hacer crecer una organización. Formar parte de un equipo no es fácil, sin embargo, pueden aprenderse y entrenarse habilidades que nos ayuden. 

Supongo que os podéis preguntar qué características hay que reunir para ser un buen jugador de equipo, os dejo una pequeña lista, no es excluyente, pero creo que recoge lo básico para poder empezar:

1) Capacidad para establecer relaciones satisfactorias con el resto de miembros del equipo: no hace falta que todos los días seamos las personas más felices de la faz de la tierra, ni que todos nuestros compañeros sean amigos del alma, pero sí tenemos que procurar ser empáticos, agradables y abiertos. Por muy malo que sea el día y mucho el humor de perros con el que nos hayamos levantado, el dar los buenos días o escuchar a un compañero cuando tiene un problema, todavía no ha matado a nadie.

2) Lealtad: para con nosotros y para los demás. Ya sabéis lo del capitán Araña, que fletó un barco y él se quedó en tierra...

3) Espíritu de autocrítica y de crítica constructiva: hay que reconocer los propios errores, es el primer paso para encontrar una solución. Por otro lado, también debemos aprender a hacer ver a los demás dónde fallan, pero siempre desde el respeto y con el fin de arreglarlo (criticar por criticar nunca ha sido bueno)

4) Sentido de la responsabilidad: en un primer momento, lo que se va a esperar de nosotros es que seamos responsables, que nos comprometamos con alcanzar los objetivos y a cumplir los plazos. Lo de cómo hagamos las cosas y qué resultados obtenemos vendrá después.

5) Autodeterminación, optimismo, iniciativa y tenacidad: no podemos esperar a ser arrastrados por la corriente o por el líder del equipo, sino que tenemos que poner de nuestra parte, imaginar, proponer ideas, creer en nosotros y no desistir a la primera de cambio.

6) Inquietud por superarse y alcanzar la perfección (pero sin obsesionarse, ¿eh?)

Así de golpe puede parecer mucho, y que no tenemos nada de esto, pero, si nos paramos a pensar, seguramente veamos que todas estas características, o casi todas, están ahí, solo hace falta pulirlas un poquito para que brillen.

Para intentar ilustrar un poco este post, os dejo un vídeo de Dosabrazos (http://www.dosabrazos.com/), una consultora de formación, comunicación y desarrollo, con Carlos Hernández a su frente (al que podéis seguir en su blog y en twitter- @dosabrazos-) que explica muy clarito qué es el Optimismo Inteligente.

martes, 1 de julio de 2014

CREATIVIDAD (¡imagina!)

La residencia es un periodo magnífico para desarrollar nuevas ideas, poner en marcha proyectos y experimentar. No todos los proyectos que iniciéis llegarán a buen puerto, pero sí servirán como base para otros futuros y para aprender de los propios errores. Os recomiendo que, cuando empecéis vuestra etapa FIR, os compréis una memoria USB que utilizaréis a modo de “salvavidas” (guardad en ella todo lo que os resulte útil y/o imposible de memorizar) pero reservad una pequeña parte de la misma para crear una carpeta de “IDEAS GENIALES” donde pueda trabajar a tope toda vuestra CREATIVIDAD.

¿Qué es la CREATIVIDAD? La creatividad, también conocida como pensamiento original, imaginación constructiva o pensamiento divergente, es la generación de nuevas ideas o conceptos o de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos que habitualmente producen soluciones originales.

La creatividad es una habilidad con la que nace el ser humano, pero, en muchos casos, se va apartando de nuestras vidas. De niños somos curiosos, nos encanta experimentar y hacer cosas nuevas y tenemos una gran capacidad para aprender; pero, con el paso del tiempo, nos hacemos mayores y nuestro trabajo, estilo de vida y, fundamentalmente, la falta de tiempo, hacen que tomemos decisiones convencionales, que son rápidas y conocidas, en lugar de desarrollar nuestra creatividad.

¿Por qué es IMPORTANTE ser creativo? Si echamos un vistazo a nuestro alrededor, podemos ver que la sociedad actual es tremendamente cambiante, los avances en todos los sectores son numerosos y muy rápidos, con lo que una actitud creativa nos permitirá aprovechar mejor las oportunidades y afrontar las amenazas que se nos presenten.

Aunque no exista una competencia como ocurriría en el sector privado, el avance del desarrollo de la Farmacia Hospitalaria obliga a tomar decisiones novedosas y creativas, ya que de ellas dependerá la imagen de nuestro servicio como entidad innovadora y moderna.

Por otra parte, los pacientes son cada vez más exigentes, esto, sumado a los cambios tecnológicos, culturales, sociales… obliga a desarrollar nuestras capacidades y el potencial de nuestro servicio para poder ofrecer una asistencia sanitaria de calidad.

¿Cuáles son las CUALIDADES necesarias para un pensamiento creativo? Los pilares en los que se asienta el desarrollo de la creatividad son:
  • Originalidad: es la capacidad para  imaginar y crear ideas y proyectos nuevos.
  • Flexibilidad: supone la adaptación a los cambios planteando alternativas diferentes.
  • Fluidez: generar un número considerable de ideas o respuestas a problemas planteados.
  • Plasticidad: incorporación de ideas a las ya existentes para obtener nuevas opciones.


Esto sólo es una pequeña pincelada, si he despertado vuestra curiosidad, podéis continuar en el siguiente enlace:  http://www.creativity101.com/ 

Esta página es una iniciativa que persigue aconsejar a los usuarios. Consta de una página web y una newsletter.La inscripción es gratuita, y permite descargar un libro ilustrado por Shelli Walsh que recoge consejos, frases y ejemplos de grandes mentes como Steve Jobs o Mark Twain. También tiene perfiles en facebook y twitter, y una colección de vídeos con consejos disponible en youtube.